¿Qué es un fantasma?
Un eco condenado, un fragmento desgarrado de la realidad que no puede desprenderse de su propio horror. Es un evento terrible, atrapado en un ciclo eterno, una y otra vez, como un reloj roto que marca siempre la misma hora fatídica.
Es el instante del dolor absoluto, prolongado hasta el infinito. Es una herida en el tejido del tiempo, una sombra hecha de sufrimiento que nunca se desvanece. Algo que murió, pero que no encontró descanso, y en su agonía, se aferra a los bordes de la vida con uñas inexistentes, dejando un rastro de frío y terror en su paso.
Un fantasma no es carne, ni espíritu, sino algo peor: es un fragmento del pasado que se pudre en el presente. Es un susurro de desesperación que no debería existir, una silueta deformada por el odio, el miedo o el anhelo. Es como una fotografía quemada, sujeta al fuego del tiempo, sus bordes retorcidos por la memoria, pero jamás destruida.
Es un sentimiento inmortal, oscuro y retorcido, suspendido como un insecto atrapado en un ámbar negro, cuya única función es existir para sufrir. Una figura que no tiene rostro, pero que parece mirarte desde las sombras con ojos que ya no existen, cargados de un vacío insondable.
Un fantasma es el peso del pasado aplastando al presente, una maldición viva que respira en la oscuridad. Es la manifestación de un dolor que no puede ser redimido, un recordatorio eterno de que algunos errores, algunas muertes, no tienen absolución. Es el reflejo de la ausencia, la presencia de lo que nunca debió ser.
No vive. No descansa. Solo existe. Como una plaga que el tiempo olvidó cómo exterminar.

Photo by LilithSaifer & LuiSaifer (2024) AlDesingStudiO313